Reflexiones sobre las III Jornadas de Segovia

by A Mediar News
339

Reflexiones sobre las III Jornadas Nacionales de MEDIACIÓN –  SEGOVIA 2015.

 

Durante los días 20 y 21 de noviembre, asistimos a las III Jornadas Nacionales de Mediación, organizadas por el Centro de Formación y Resolución de Conflictos Valladolid, en la mágica ciudad castellana que con justicia ha sido condenada por la UNESCO a compartir con toda la Humanidad algunos de sus preciosos lugares.

jornadas de mediación

Karina Sotelo

Bajo la cálida recepción e impecable organización de José Antonio Veiga, nos adentramos en la aventura de dilucidar la siguiente interrogante, tema de las Jornadas: “la mediación ha venido para quedarse…¿y ahora qué?”

Fueron muchas las ponencias y comunicaciones de profesionales, que a lo largo de aquellos días expusieron sus valiosos conocimientos y experiencias para conseguir movilizar nuestras neuronas y cardiomiocitos en pro de respuestas, las que compartimos, luego de permitirnos unos días para procesarlas.

Ahora, es buen momento, tal como nos propone José Antonio Veiga, para reflexionar sobre la gestión de nuestras propias emociones, las emociones del mediador, las que si bien nunca pretendimos ignorar, las mandamos al rincón de pensar, temerosos de que si les permitimos fluir e integrarse en el proceso de mediación, éste se nos vaya de las manos, o de que consigan afectar los tan arraigados y custodiados principios rectores de imparcialidad y neutralidad, a los cuales, a decir verdad, nos vamos atreviendo a perderles un poco el respeto, cuando escuchamos a un referente como Marinés Suáres decir que la neutralidad no existe…qué alivio!!.

compañera mediadora

María Fuertes Mediadora

En el mismo sentido, una semana antes, habíamos asistido en Madrid a un divertido e interesante taller sobre el registro del mediador, impartido por Daniel Bustelo y organizado por la AMM en el marco de celebraciones de su décimo aniversario, por lo que íbamos ya emocionalmente preparadas, para que las suaves y siempre biensonantes palabras de José Antonio, terminaran por convencernos de la importancia de un ejercicio de introspección por parte de los mediadores, como otra herramienta extremadamente beneficiosa para volcar en el proceso.

Ahora, estamos en posición de afirmar, desde el dulce tono de voz de Laura Arranz, que es momento de integrar a la mediación conocimientos y técnicas exportados de una disciplina como la Programación Neurolingüística, porque la mediación es, ante todo, comunicación.

Partiendo del dato de que el 93% del lenguaje que utilizamos en no verbal, conocer cómo comunicamos los mediadores y cómo comunican los mediados (¿canal visual, auditivo o kinestésico?), como forma de conseguir ampliar sus mapas y los nuestros, y en el entendido de que ningún mapa es más válido que otro, resulta de suma relevancia en la obtención de la confianza y la empatía imprescindibles para el éxito de una mediación.

Ahora, es hora de cambiar de perspectiva, abrir nuestras propias mentes, eliminar límites, tal como expusieron Ana León Garrigosa y Ricardo Sosa, para ayudarnos a tomar conciencia de las ventajas tales como sencillez, transparencia y eficacia, de la mediación electrónica, como “otra visión hecha realidad”.

Y es hora de apostar firmemente por el deporte sin conflictos, a través de un proyecto sólido, presentado por el equipo de mediadoras vallisoletanas integrado por Isabel Acero, Marisa Santana y Nuria Calvo, con el noble objetivo de afianzar la cultura de la mediación desde el deporte base, a través de la integración de los valores que impregna el Rugby a los niños y niñas que lo practican, desde ese espacio de diálogo y camaradería que supone el tercer tiempo.

Ahora, y de acuerdo totalmente con Begoña Julián, es una buena oportunidad para generar una oleada de pensamientos positivos a fin de conseguir un cambio en ¨los otros”, de modo que cada vez seamos más los profesionales convencidos de la necesidad de un reciclaje a la hora de gestionar y solucionar conflictos.

Ahora, conviene revisar el estado actual de la mediación en España, y fundamentalmente ver la situación de la mediación intrajudicial y de los profesionales que en ella desempeñan su labor, en muchos casos, por el más puro “amor al arte”. Para arrojar luz o  alguna interrogante, a fin de comprender y comprehender mejor la situación, tuvimos la oportunidad de escuchar a Arturo Ortiz, desde la óptica del mediador mercantil, a Luis Aurelio González, desde el punto de vista del magistrado y a Julio Fuentes, desde la perspectiva del Ministerio de Justicia.

La verdad es que resulta gratificante oír a un juez y a un representante del Gobierno  comprometidos seriamente con la mediación, la cual, como se dijo, en Europa aún continúa siendo “esa gran desconocida”, y que trabajan arduamente para asegurar un mejor acceso a la justicia, fundamental para quienes entendemos que mediación es justicia.

Es hora de reformar el sistema de justicia gratuita y apostar por proyectos pilotos remunerados, al menos en materias penal y de familia, dijo Julio Fuentes.

Pero no es lo mismo mediación gratuita que no remunerada, había sentenciado Luis Aurelio González, reafirmando la posición de GEMME en la defensa de la profesión del mediador como una actividad digna.

Ahora, es buena la ocasión para ahondar en principios, valores, herramientas prácticas de la justicia penal restaurativa, como filosofía, tal como exponía Virginia Domingo, así como de plantear la necesidad de su desarrollo en leyes más asertivas que la ley 4/2015 de 27 de abril, sobre el Estatuto de la víctima del delito, la cual, si bien debe valorarse como un avance en la consideración de la justicia restaurativa, el mismo resulta leve y confuso conceptualmente.

También es buena la ocasión, y a ello nos incentivó Teresa del Val, para reconocer la trascendencia del perdón como antídoto al resentimiento, como fórmula mágica,  conducente a alcanzar la paz personal y social, y para redefinir su valor en la justicia restaurativa.

Ahora, es un momento propicio para debatir sobre la calidad de la mediación, en lo que a códigos de conducta y formación, tanto inicial como continua se refiere, y sobre la intervención del abogado en las distintas fases del proceso de mediación, tal como han propuesto Gloria Calderón y Mª Teresa Mesonero.

Y para hablar claramente de la mediación penitenciaria en clave de género, como consiguió Ruth Alvarado, o de la mediación en herencias y las particularidades que encierran los conflictos que de ellas se derivan, lo cual hicimos con Marta Rodríguez Valdesogo.

Ahora, y en el marco de una triste actualidad, corresponde revalorizar el uso de las TIC y tentar conseguir soluciones mediadas en escenarios de crisis. Andrés Vázquez nos ha invitado a pensar en e-mediación, en ODR como fórmula para desactivar conflictos derivados de situaciones estremecedoras a las que nos enfrentamos con mayor frecuencia mientras contemplamos cómo el mundo se va transformando en un lugar cada vez menos seguro.

Empero, todas estas cuestiones planteadas como reflexiones y acciones por y para quienes acompañamos en un proceso de mediación, necesitan convertirse en reflexiones y acciones por y para quienes protagonizan ese proceso.

Por lo que ahora, es momento de pensar en clave de psicología y de la mano cariñosa y segura de uno de los padres de la mediación en España, como es Iñaki Bolaños (de cuyos conocimientos y experiencia hemos tenido la fortuna de nutrirnos y disfrutar, en nuestra formación en estas lides, en la Universidad Complutense de Madrid), pensar en cuáles son las actitudes, creencias, normas subjetivas y demás competencias personales que condicionan la intención y la decisión de mediar y en función de ello, qué posibilidades de actuación tenemos los mediadores para conseguir convencer a quien se acerca al espacio de mediación, así como a su entorno influyente, sobre las bondades de ésta en su caso (previo habernos autoconvencido).

foto jornadas segovia

#SembrandoMediaciON

En primer lugar, y aunque parezca obvio no siempre resulta serlo, se requiere mucha escucha. Nos afanamos en el primer encuentro en “vender” la mediación como la panacea  y sólo hablamos nosotros, soltando un repertorio de conceptos, principios y flexibles reglas que, muchas veces, lejos de alentar a quedarse, incitan a los posibles y pasible mediados a salir huyendo. Antes que nada, necesitamos saber qué les sucede, cómo han llegado a su situación, sin temor a adentrarnos en el conflicto, lo cual parece estar reservado exclusivamente para instancias ulteriores del proceso. Y desde entonces, se aprecian las dificultades de comunicación, porque, normalmente, cada uno percibe al otro como “el problema”, no siendo capaces de identificarle como la misma persona del principio del “contrato”, por lo que se hace necesario redefinir la relación.

De ahí que antes de plantear la idea de la oportunidad de una mediación, deberíamos ofrecerles la posibilidad de un espacio de reconocimiento previo, para saber en calidad de qué se encuentran cada uno en su silla.

Es éste el concepto de mutualidades aceptables que plantea Iñaki. Se trata de un espacio adaptado a la realidad de los mediados, con un tiempo para redefiniciones, donde puedan pasar de la confrontación a la colaboración, del yo al nosotros. Le podemos llamar sesión informativa o de cualquier otra forma (y ya hemos escuchado a un profesional referente nuestro en mediación, hablar sobre este momento sin rotularlo como tal).

Lo importante es que exista un tiempo para pensar en el otro de otra forma, un tiempo para consultarlo con su entorno, con personas y profesionales de la confianza de cada uno, un tiempo para pensar distinto. Y es en ese tiempo y en ese espacio que los mediadores sacamos de la mochila todas las técnicas y herramientas de que disponemos, para ayudar a que las partes definan qué es lo que quieren ser de ahora en más.

Ese tiempo, que no debería ser superior a un mes, fijando un esquema de encuentros semanales, adquiere gran relevancia, porque la mediación no es sólo lo que pasa en el despacho, sino también lo que pasa entre sesión y sesión.

¿Y ahora qué?...Ahora, seguiremos esforzándonos y trabajando tenazmente para que la mediación, además de querer, pueda quedarse y para que, como en la emotiva despedida de las III Jornadas Nacionales de Mediación, el círculo de “la gente” que la abrazamos con alegría e ilusión, sea cada vez mayor.

Viva la gente!! Viva la mediación!!

Karina Sotelo @aksotelo

Abogada y Mediadora

María Fuertes @madeinLeon 

Psicopedagoga y Mediadora


Las Jornadas de Segovia en las Redes Sociales

Facebook:

 

III Jornadas Nacionales de Mediación en Segovia. Después de haber asistido a este inmejorable evento y haber asimilado…

Posted by Mónica Rueda Andrinal on domingo, 22 de noviembre de 2015

Twitter:

By @Tomasimedia 

Entradas relacionadas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.